Gustavo Buonaffina culmina sus estudios en Brasil y regresa a Venezuela con su título de Ingeniero Agrónomo, e inmediatamente comienza a aplicar los conocimientos adquiridos en Caripe, como jefe del Núcleo Cafetero Nro. 5, contratado por el extinto Ministerio de Agricultura y Cría.
“Al llegar aquí comencé a recorrer todas las fincas, a visitarlas y revisar todos los problemas que tenían y me sorprendió encontrarme con una planta de café que yo no conocía, que era diferente a las que se conocían en todas las colecciones que existían tanto en el Instituto Agronómico de Campinas en Brasil, en Costa Rica y el resto de América y me encontré con una planta de café diferente a las demás”.
Explica que durante sus visitas a las fincas cafetaleras de la región y gracias a las conversaciones con los trabajadores y el contacto permanente con los productores, que estaban ansiosos por conocer las nuevas técnicas para producir café, comenzaron a notar que esas plantas particulares producían mucho más que el resto de la plantación, que pertenecía a la variedad Típica, predominante en la zona. En aquel momento se llegó a observar ejemplares que producían hasta 8 Kilogramos de café cereza.
Comienza entonces para Buonaffina un nuevo reto, la tarea de observación y seguimiento controlado a la nueva planta que un principio denominaron “Híbrido Caripe”, en honor al pueblo donde se encontró y cuyo nombre fue cambiado luego por “Variedad Caripe”, ante los hallazgos posteriores.